Ex seremi de Energía llama a evaluar “horas punta” que duplican costos a las industrias

Muchas empresas están teniendo que dejar de producir en ese horario generando su propia ineficiencia, o produciendo con diésel elevando las emisiones de gases efecto invernadero, entre otras externalidades negativas.

Martes, 17 de julio 2018

 

(Diario El Sur) La Región del Biobío es la zona con mayor consumo industrial del país, con el 35% del total nacional, seguida por las regiones Metropolitana y Del Maule, las cuales participan del 22% y 8%, respectivamente. Por ello es que la institucionalidad, especialmente su modernización, y la estrategia del nuevo gobierno en temas de energía, plasmados en la Ruta Energética 2018-2022, resultan fundamentales para el funcionamiento de la Región, su economía, empleo, medio ambiente, entre otros.

 

Así de clara es la ex seremi de Energía, Carola Venegas, en su diagnóstico respecto del estado de arte en materia energética, clave en el desarrollo de la Región y así lo delineó también ante expertos, académicos, gremios y autoridades del sector, excepto las autoridades regionales, en el VI Foro Eléctrico del Sur que se realizó el miércoles en el hotel Sonesta.

 

Esfuerzos de la industria

La profesional, quien trabaja hace unos meses en un estudio centrado particularmente en el costo que está significando para las empresas tener que operar en horas punta, que va de las 18 a las 23 horas, desde abril a septiembre, es decir, la mitad del año.

 

En Aserraderos Santa María de Los Ángeles, por ejemplo, una de las principales dificultades para operar en esta época del año es la electricidad. “Si las empresas quieren operar deben asumir un costo mayor de energía, que no se puede traspasar al cliente final, así que uno lo asume. En nuestro caso significa un 20% más en la cuenta de electricidad mensual que debemos pagar”, indicó el gerente Comercial de la forestal, Juan Pablo Sandoval.

 

En relación a la agenda energética que presentó este gobierno, Carola Venegas señala que se incluyen 10 mega compromisos, algunos de los cuales son modernizar la distribución; promover la electromovilidad, aumentando en 10 los vehículos eléctricos como contribución a la disminución de los gases de efecto invernadero (GEI) del sector; o un marco regulatorio para la eficiencia energética, instando a que la industria realice más esfuerzos.

 

Asimismo, en los pilares de la misma Ruta Energética se establece la modernización de la distribución, se crea la unidad de evaluación y desregulación, que evaluará ocho programas, políticas o regulaciones. El Eje 3 “Inversión para el progreso” dice en uno de sus párrafos: “estudiar requerimientos de infraestructura energética frente a escenarios de desarrollo de la matriz, y efectos en el cambio climático”, y el Eje 4 trata sobre Energía Baja en Emisiones.

 

Aquí, Carola Venegas plantea que hay al menos dos aspectos que pueden contribuir a cumplir los mega compromisos y los objetivos de la Ruta que se pueden implementar en el corto plazo: revisar la restricción o señal económica de la “hora punta”, y promover un sistema inteligente de abastecimiento basado en gestión de demanda.

 

En este sentido, precisa que el Gran Concepción tiene el problema de material particulado donde la mitad proviene de la leña y el resto de la industria, una industria que ocupa principalmente electricidad y combustibles que en ciertas horas del día utilizan para generar electricidad.

 

“Se prenden grupos electrógenos o calderas diésel que permiten hacer frente a un aspecto de la regulación que es la restricción de “hora punta”, donde las industrias se ven forzadas a pagar un sobre precio por la electricidad que lo que hace es desincentivar el uso de la energía de la red”

 

La realidad además, hoy es distinta. Antes los peak de consumo de electricidad del país eran en invierno, hoy día eso ya no ocurre. Los peaks de consumo ocurren en el verano, porque por ejemplo, hay un uso intensivo de aire acondicionado o en horarios que no tienen que ver con esas restricciones, por lo tanto, hoy día merece al menos la pena una revisión de lo que es la hora punta, señala.

 

“Tenemos empresas que duplican su costo de electricidad por hacerse cargo de este espacio de restricción, prendiendo sus calderas diésel a la misma hora que la gente prende sus estufas a leña, por lo tanto estamos dándole un horario para tener chimeneas encendidas, ya sea industriales o residenciales y en ese sentido, hoy día más que promover la electromovilidad podríamos promover la electrificación inmediata de las actividades industriales que en la Región del Biobío representan el 13% del empleo, solamente le gana el comercio con un 18% y gran parte de ese comercio incluso vive por la industria, por lo tanto, la actividad industrial en la Región tiene una importancia alta”.

 

En lo que se refiere a cambio climático, Venegas precisa que en la Región tenemos la misma cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte que la industria, por lo tanto, enfocar todos los esfuerzos hacia la electromovilidad no es suficiente para avanzar en las medidas de mitigación del cambio climático.

 

“Creo que la industria debiera ser más considerada, debiéramos tener modernizaciones que no requieran que disminuya el precio de los autos eléctricos o modificaciones legales sino que son más bien regulaciones que con una discusión, con un enfoque regional, puedan tener buenos resultados para todos”.

 

Consultada sobre de qué forma se lleva a cabo esta tarea que depende de decisiones que se toman a nivel central, dijo que lo primero es que la Región tiene que hacer valer su posición como la región más industrial del país, donde el 35% de la energía industrial que se consume en el país se consume en Biobío, por tanto, son asuntos que por responsabilidad nos corresponden a nosotros. “Estos temas no los va a poner una región turística como Valparaíso o una región minera como Antofagasta este es un tema que lo tiene que poner la Región del Biobío”.

 

Aunar voluntades

Tampoco podemos esperar que éstas sean resoluciones que vengan de lo Central, sino que hay que aunar voluntades e identificar necesidades comunes que tenemos en la región y plantearlas donde corresponda.

 

Eso se hace uniéndose, porque pedir 50 reuniones cada empresa con su propia propuesta es muy difícil que un tomador de decisiones actúe en función de privilegiar interesas individuales. “El Eje 4 habla de energía y baja de emisiones es decir, aquí va haber instancias de participación qué hay que ocuparlas”.

 

Descontaminación ambiental

Enfatizó luego que, en el estudio que se utiliza como base para la elaboración de costos del plan de descontaminación ambiental que lleva adelante el Ministerio del Medioambiente para el Gran Concepción, establece que reducir el 50% de material particulado cuesta US$54 millones.

 

“Estos mismos US$54 millones los podríamos ahorrar a través de una mayor electrificación de la industria para la que puede significar cero inversión y puede tener un impacto medioambiental inmediato que puede significar que la empresas no tengan que incurrir en otras eficiencias, porque siempre que hay cambios regulatorios la empresa, para hacer cargo esos sobre costos, tiene que incorporar eficiencias que a veces son despidos”.

 

Por otro lado, esto podría incentivar mayor inversión en energía renovable.

 

En la Región del Biobío el viento empieza a las 5 de la tarde a la misma hora que empieza a regir el horario punta, entonces se podrían tener nuevas inversiones en energía renovable que se hagan cargo de este aumento del consumo eléctrico de la industria y se dejen de utilizar fuentes individuales, ineficientes, caras y contaminantes, concluyó.